Bautizo Cultural y Activo

Entre la literatura y la vitivinicultura

OBJETIVO:

 

Creo sinceramente que se tendría que dar un giro diferente y más activo a las antiguas y prehistóricas degustaciones de vinos y también a la literatura.
En 1981 ya fui uno de los primeros en abogar en Edimburgo (Escocia) por la unión y fusión (¡maridaje, huye!) entre los vinos y la comida, lo que ya fue un cambio radical. Fue un buen paso adelante. Al menos, no nos dimos cuenta de que no hay una sola persona en el mundo que tenga las mismas papilas gustativas que otra, al igual que las huellas digitales.
Entonces, estas uniones no podían ser del todo perfectas, pero resultó un buen intento de cambio, tanto por el vino como por la gastronomía.

 

No se puede decir: Este plato va con este vino. No, no se puede ser tajante en este tema, pero si los restauradores en lugar de utilizar tales adverbios, optan por dar una pauta al cliente, como he visto en el “Celler de Can Roca” y comunican al comensal que además ellos mismos se pueden hacer su propio veredicto una vez probada unión-fusión propuesta, entonces eso sí ya tiene más sentido y es más serio pues participamos todos e interviene todo de golpe la ética. Un paso más adelante.

 

Lo del Bautizo Cultural Activo que yo propongo entre el vino y la literatura, son los dos mis oficios de verdad, todavía tiene más sentido, pues participan varias personas de varias tendencias (viticultor, padrinos del bautizo, escritor, presentador y también los asistentes), y no sólo el Restaurador y el cliente. Claro, lleva más trabajo y es muy cierto.
Como decía un amigo labrador muy sabio de la Espluga calva, SR. Artemi Balsells (epd) sobre esto último y que suele gustar mucho a la gente: ¡Trabajo huye¡, ¡Cazuela Ven!

 

Y esto, se mi humilde opinión queridos amigos. ¡Pero que cada uno, haga lo que más le convenga!

Encontrar un sitio adecuado, Restaurante con capacidad para 30 -35 personas, o también librería, o algún centro cívico o biblioteca, empresa, etc…

 

Se necesitará: un gran cuenco de inoxidable (pila bautismal que llevaré yo mismo) para recoger el vino que se echará sobre los libros a bautizar, un amigo que lo dirigirá que presentará tanto a Joseph Puig (libros), como el vitivinicultor elegido – rotativo – (vinos) y dos padrinos que podrían ser en este caso dos de los clientes mejores, amigos o algún otro conocido, etc… Copas de cristal para los vinos, alguien que haga de cajero, quizás la secretaría del lugar.

 

Los días y horarios preferentes y más adecuados son siempre los martes a las 19 horas y el encuentro cultural durará dos horas aproximadamente. Pero en casos concretos, también se puede cambiar…

Se trata de lo siguiente: (Tempo)

 

19:15 – Llegada de los invitados. La persona que lo dirigirá presentará el acto y los intervinientes: Joseph Puig por los libros (CV) y el productor elegido de vinos que toque (CV); al final del speech la persona que dirija tendría, que decir antes de irse que pueden comprar un pack de libros ya preparado y también el pack de botellas del vino que ya habrán degustado.

 

19:50 – El productor de vinos elegido hará una cata breve de sus vinos (no más de cuatro) explicando su calidad (30 minutos)

 

20:20 – Acto seguido los padrinos que se hayan escogido se acercarán a la pila bautismal, con uno de los libros abiertos, mientras Joseph irá explicando la síntesis de cada libro propio (cuatro libros estaría bien), Los padrinos escogidos arruinarán el vino sobre los libros uno por uno.

 

Servir un ligero picoteo, para acompañar los vinos catados y comentarios…

 

20:45 – Charlas coloquiales y en su caso y firma de los libros